sábado, 7 de enero de 2012

"SIETE NOVIAS PARA SIETE HERMANOS". La magia del cine


-Portaos como caballeros y hablar con finura.Demostrad que tenéis educación.
-¿Edu...qué?.


"Siete novias para siete hermanos" Stanley Donen

Un rudo pero cantarín leñador que vive en las montañas baja al pueblo más cercano para encontrar una joven trabajadora y casarse con ella, como el que necesita un alargador y baja al todo a 100 a comprar uno. La cuestión es que no tarda en seducir a una de las aldeanas, que, prendada por el atractivo varonil del leñador, accede a casarse con él imaginando una idílica vida en pareja allá en las montañas. No obstante sus fantasías se verán truncadas cuando descubre que su marido vive con sus seis hermanos, que resultan ser un atajo de antihigiénicos salvajes.
La convivencia será difícil al principio, pero gracias a los consejos de su cuñada, los seis hermanos se convierten en personas civilizadas (a la vez que en grandes bailarines y acróbatas). O eso creía ella, pues  con el fin de conquistar a las seis muchachas que han conocido en el pueblo no se les ocurrirá otra cosa que secuestrarlas, lo cual dará pie a múltiples conflictos y canciones varias.

"Siete novias para siete hermanos" es una de mis películas favoritas de siempre, y eso que no me gustan los musicales, pero la de hoy es una de esas películas redondas que tanto escasean en el cine actual. Conseguir que simpatices con un canalla como el protagonista, que te creas a esa panda de gañanes bailando, que comprendas los repentinos e inexplicables romances de la peli y que no te sobre ni una sola canción es algo difícil con sólo leer el argumento, pero todo ello ocurre y es complicado explicar por qué.

Podemos elogiar la gran labor del guionista, el director, los actores, el coreógrafo o el compositor, quienes lograron contar una historia de forma entretenida, graciosa y adorable intercalando unas magníficas canciones, fundamentales además en el desarrollo de la trama, con unos bailes espectaculares (el del pueblo es uno de los mejores números musicales que se han rodado jamás), pero hay algo más, algo que no se pudo ensayar ni escribir. Transmitir esa alegría, esa felicidad, esa energía positiva es algo que no se puede programar, fluye sin más.

Las películas son como las personas. Hay pelis divertidas, pelis tristes, pelis aburridas, pelis pesadas... si "Siete novias para siete hermanos" fuese una persona sería de esa gente optimista y encantadora, que tienen siempre una sonrisa en la cara y con quien todo el mundo quiere estar.

Y eso que en su día la Metro Goldwyn Mayer la consideró un producto de serie b, recortando su presupuesto en favor de "Brigadoon", por lo que "Siete novias para siete hermanos" tuvo que rodarse con un sin fin de estrecheces que les obligó a grabar en pobres decorados o confeccionar el vestuario de las chicas con ropa donada por el Ejército de Salvación.

Como no podía ser de otra forma la peli tuvo una gran acogida, batió record de permanencia en pantalla, fue candidata a mejor película (perdió ante "La ley del silencio") y hasta el mismo Presidente Eisenhower recomendó a los ciudadanos que la viesen.

Hoy en día se hacen cientos de películas con un presupuesto infinitamente mayor, tramas más elaboradas y mejores efectos. Sin embargo, cuando escucho eso de "la magia del cine" es Jane Powell cantando con esas montañas dibujadas de fondo quien me viene a la cabeza.

Publicado en Zinéfilaz el 2 de enero de 2015

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