miércoles, 16 de enero de 2019

"ASTÉRIX: EL SECRETO DE LA POCIÓN". La mala educación

-Ignoro de que manicomio se ha escapado usted, ni de donde ha sacado esas absurdas ideas acerca de mí, pero lo que si es tristemente indudable es que no tiene usted ni puta idea de con quién está tratando.

"Superdetective en Hollywood" Martin Brest

En esta entrada pensaba contaros mis impresiones sobre "Astérix: El secreto de la poción", pero en vez de eso narraré la desgarradora historia de cómo amenacé a una madre en el cine delante de sus hijos.

Ir al cine un sábado por la tarde a ver una película de dibujos es un suicidio cinematográfico, porque sabes que la sala va a estar llena de niños dando la tabarra, pero simplemente no pudimos hacer hueco en otro momento, así que allí fuimos mi pareja y yo cruzando los dedos por tener la fiesta en paz.

Nuestros peores presagios se vieron cumplidos ya antes de que apagasen las luces, cuando un matrimonio cuarentón se sentó a nuestro lado con dos criaturas, un niño de unos siete años y una niña que no debía tener más de dos. Desde el primer momento la chiquilla dejó claro que no le interesaba la película. Aburrida, se puso a llorar llamando a sus padres, que decidieron darle un teléfono móvil para que se entretuviese. Pero nada funcionaba, cada cinco minutos la niña empezaba de nuevo a berrear y al cuarto de hora mi pareja le llamó la atención a los padres.

-¿Esa niña va a estar así toda la película?
-¿Qué pasa? -respondió el padre, como sorprendido de que alguien se quejase.
-Pues que no nos está dejando ver la película -dijo mi pareja.
-¿Y qué quiere que le haga? -preguntó el padre, como si su hija fuese un huracán contra el que no se podía luchar.
-Pues hombre, si está llorando todo el rato se salen fuera.
-No, no, no, no, no -El hombre parecía totalmente indignado ante tal sugerencia-. ¿Por qué nos vamos a salir fuera? Si he pagado la entrada.
-Y nosotros.
-Esto es una película para niños -sentenció la madre toda farruca.
-¿Y qué pasa? si no se calla la niña se van fuera y si no llamamos a los del cine.
-Pues corre, venga -dijo la madre desafiante-, llama a quien quieras.

Entonces se produjo un silencio de unos cinco segundos en los que parecía que la discusión se había acabado. La mujer debió tomarse aquel silencio como un triunfo y lo festejó insultado a mi pareja, primero llamándole subnormal para zanjar el asunto con un sonoro "gilipollas".

Habréis observado, tal vez con asombro, que me mantuve callada durante toda la movida. Los que me seguís desde mis inicios quizá recordéis las broncas épicas que relataba en mi primer blog. Broncas con mis jefas, broncas con autobuseros, broncas con ancianas que querían colarse... Yo soy una persona muy tranquila, pero tenía la mecha muy corta cuando alguien me tocaba los cojones. Ahora soy mucho más paciente. La maternidad es lo que tiene. Hoy en día cuando me veo inmersa en algún fregado de este tipo suelo dejarlo correr o si voy con mi pareja dejo que sea él quien hable. Es más diplomático que yo.

Pero incluso mi paciencia de madre tiene un límite y esa mujer lo sobrepasó al insultar a mi pareja. Ya no me importaba que la niña se portase bien o mal, no iba a quedarme sentada viendo la película al lado de una persona que había llamado gilipollas al amor de mi vida, el hombre con el que estoy criando a nuestras 17 hijas y que no protesta cuando pongo mis discos de Garth Brooks en el coche.

En otra época le hubiese devuelto el insulto, la discusión habría llegado a las manos y hubiéramos terminado rodando escaleras abajo hasta quedar pegadas al suelo por la grasa de las palomitas como dos moscas en una tela de araña. Pero ahora soy madre y además no tengo las cervicales para esas vainas. Así pues, lo que hice fue salir de la sala y buscar a algún empleado que me ayudase a vengar el honor de mi pareja, de René Goscinny y de Albert Uderzo.

Cuando sales a mitad de la proyección en un multicine el escenario es desolador porque no hay ni un alma por los pasillos. Tuve que ir hasta la tienda de refrescos y gritarle al chaval que estaba en la cocina para que alguien me atendiese. El chico dio el aviso y me dijo que aguardase en la sala. Yo me quedé en la puerta y al cabo de unos minutos apareció una empleada, también muy joven, a la que le volví a explicar toda la historia.

Juntas, volvimos adentro y cuando llegamos a la fila la chica le dijo al matrimonio que no podían estar molestando a los demás espectadores. La mujer, igual de farruca, insistía en que aquello era una película para niños y no pensaba marcharse si su hija se ponía a llorar. Al ver que no se podía razonar con esa gente, la empleada del cine bajó las escaleras para poner el caso en manos de algún encargado que cobrase más que ella. 

Mi pareja y yo la seguimos, pero antes de bajar, mientras me ponía la chaqueta, me coloqué delante de aquella mujer y le dije que si no estuvieran sus hijos delante se habría llevado un par de hostias. La tía se quedó totalmente paralizada unos segundos y cuando ya estaba a mitad de la escalera empezó a retarme "Venga, atrévete". "Ven conmigo y dímelo fuera", respondí mientras mi pareja tiraba de mí y la empleada del cine se sacaba una cápsula de cianuro del bolsillo. 

Entiendo que no debí amenazarla. No porque no se lo mereciese o porque estuviesen sus hijos delante. Con semejantes padres esos niños están perdidos, y ella no se cortó una cala a la hora de insultarnos, aunque estaban sus hijos delante. Pero al amenazarla ya le di una excusa para acusarnos de algo. 

Sea como sea, pasados los días y repasando el suceso con más calma diré que no me arrepiento de nada. Pero no vuelvo a una sesión con niños en la vida.

-Lo mejor:

·La gente del cine fue muy amable. Cuando salimos nos devolvieron el dinero sin problema y se disculparon 500 veces con nosotros.

·Va a sonar muy macarra, lo sé, pero llevaba toda la vida queriendo decirle a alguien eso de "Dímelo en la calle".

-Lo peor:

·Vamos a ver. Tengo tres hijas que cumplirán tres años en mayo. Me encantaría llevarlas conmigo a todas partes y darle descanso al tigre de bengala que nos las cuida cuando salimos, pero nunca se me ocurriría ir con ellas al cine, porque sé que no aguantan una hora y media mirando nada. El problema es que hay gente que se piensa que porque una peli sea de niños pueden soltar a sus hijos por la sala como si fuera una piscina de bolas. La gente no tiene consideración ninguna.

·Si seguís leyendo todo este tocho supongo que os habréis preguntado cuál fue la reacción de los demás espectadores. Pues nadie nos echó un cable, ni cuando protestó mi pareja, ni cuando volví con la empleada. Al revés, el único que abrió la boca fue para decirle a mi pareja que dejase de discutir. Al final parecía que los malos éramos nosotros por quejarnos. 

-Preguntas:

·¿Y cómo acabó todo? Pues no lo sé. Mientras nos devolvían el dinero uno de los encargados nos pidió que le contásemos lo ocurrido (por enésima vez) y cuando nos marchamos le vimos subir a la sala bastante cabreado, en compañía de un vigilante de seguridad. Me gustaría decir que el vigilante se parecía a Charles Bronson, pero no. Al menos me queda el consuelo de pensar que les terminaron echando.

·¿Qué sentido tiene llevar al cine a un niño de dos años, que ni se va a enterar de la peli, ni va a estar entretenido? ¿Castigarle?

·¿Y la peli? Pues sólo vi el primer cuarto de hora y tampoco pude enterarme de todo por culpa de la niña, pero la historia promete. Panoramix se rompe una pierna y decide buscar un druida joven que le sustituya cuando ya no esté. Basta con mirar el poster para ver que Panoramix tiene mucho peso en esta peli. Todo gira a su alrededor y por primera vez nos hablan de la sociedad de druidas. Además, el malo también es un druida renegado, así que los romanos no tienen mucho protagonismo en esta historia. Está bien que cambien un poco el tema y tengo fe en el resto de la película, aunque de momento lo que vi no me gustó tanto como "La residencia de los dioses".


Nota: ¿?

Alguna vez he llegado tarde a la sesión y he pillado la peli empezada (pocas veces, pero ha pasado). Sin embargo jamás en mi vida me había salido de una sala a mitad de película (si mi vejiga tuviera vida propia asentiría con solemnidad).

Sé que mucha gente va al cine a pasar el rato, como el que va a un bar o a pasear por un parque. Pero para mí es algo especial. No es que sea un evento como una boda o algo así, pero sigo yendo con una ilusión difícil de explicar. Además, entre unas cosas y otras cada vez voy menos y esperaba la peli de hoy con muchas ganas. 

He estado a punto de no escribir esto, porque aquí venimos a hablar de cine, pero quería desahogarme y explicaros por qué no he podido contaros mi opinión sobre "Astérix: El secreto de la poción mágica".

Algún día la veré, pero voy a dejar esta entrada así, para que quede constancia de lo maleducada que es la gente y de por qué cada vez más personas prefieren ver las películas en su casa.

Empezamos mal el año.

24 comentarios :

  1. Con esos padres es lógico que la nena saliera así de tocacojones. Te habría venido bien un trago de poción mágica para arrearle un par de yoyas a esa tía. Por cierto que confieso haber quedado impactado imaginando dos mujeres rodando por el suelo de la sala pringándose de palomitas. Con tu permiso creo que lo usaré para un relato erótico.
    Le daré una oportunidad a esa película aunque la saga Astérix ya no es lo mismo desde que nos dejó Goscinny. Asistí a un acto con Uderzo en el Salón del Cómic del 2011. Recuerdo el cabreo del dibujante cuando uno del público le preguntó si no había una relación gay entre Astérix y Obelix.
    Saludos!
    Borgo.

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    1. Tienes mi permiso, siempre he pensado que mis aventuras podrían dar origen a una saga de pelis porno ;P

      Pobre Uderzo, lo último que sé de él es que su hija le había acusado de demencia senil para hacerse con los derechos de Astérix. Bastante movidas tiene el hombre en la cabeza, como para que le vengan a preguntar esas cosas.

      Además, es una pregunta sin fundamento. Obélix está enamorado de Falbala, y Astérix quedó prendado de las amazonas de la isla del placer, así que...

      Saludos ;)

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  2. Te felicito por esta entrada. Además de que fue bueno que te hayas quejado de semejante gente, está muy bien escrito. Es una buena historia, tanto que parece ficción, mejor que algunas películas que reseñaste.
    Merece adaptarse a una película o a una historieta, por alguien más avanzado que yo. Y también es interesante lo que hubieras hecho en circunstancias pasadas. Ya te imagino como Hello Nurse rodando por el cine, peleandote con esa madre.

    Besos, Doctora.

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    1. Gracias, me alegro de que te haya entretenido.

      Yo he sido una persona muy de montar broncas, pero de un tiempo a esta parte me he ido serenando.

      Besos ;)

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  3. ¡Hola! ^^
    A mí no me gusta ir al cine a ver películas de animación por ese motivo. De hecho la última que fui a ver fue "Toy Story 3", que anda que no ha llovido xD
    Recuerdo que la sala estaba llena de niños, y a mí me tocó uno detrás que no paraba de darle patadas al respaldo de mi asiento. No le quise decir nada, y como había sitios de sobra me cambié. Lo que no entiendo es porque algunos padres llevan a sus hijos tan pequeños al cine, porque es imposible que aguanten toda la película sin llorar o quejarse.
    Un abrazo!

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    1. A mí nunca me había pasado algo así. Sí he oído a niños llorar otras veces en el cine, pero nunca tanto rato, ni tan cerca de mí. Si me han molestado otras veces siempre ha sido gente ya mayor.
      El caso de esta gente tiene una explicación, porque iban con otro niño algo mayor que no molestó. Se ve que fueron a ver la peli por ese niño y como no encontraron a nadie que se quedara el bebé se lo llevaron también.

      Besos 😊

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  4. Podría yo misma haber escrito esto. De hecho hace tres semanas me pasó más o menos lo mismo yendo a ver Spiderman, un nuevo universo.

    El recurso "esto es una pelicula para niños" no me vale cuando las que están armando jaleo son las dos mayores (de unos 11 años, hablando como si estuvieran en el patio de la escuela) y el pequeño de 2 años no para de berrear y la abuela le habla como si estuvieran en el comedor de casa. Y la madre encarándoseme, diciendo que no me quejara que era una peli para niños.
    Una vez más, como tú dices, nadie dice ni pío. Me gustaría que las otras personas alrededor apoyaran al que se queja. De hecho, si algún día alguien se queja a mi alrededor, allí estaré yo para apoyarle y decir "que te calles, coño, que esto es un cine y tus hijos son unos maleducados!!!", pero no se va a dar el caso, porque por lo que parece jamás nadie se queja de nada.
    La de Asterix, me la apunto.
    Mucho apoyo de mi parte, hiciste lo que todo el mundo debería hacer.
    Besos!!!

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    1. Hay gente que directamente no tiene educación y va comportándose en todas partes como si estuvieran en su casa. Les da igual el cine, un restaurante, un gimnasio, ellos hablan a voces como si no hubiera nadie más y si molestan alrededor ni se lo plantean.
      Lo malo es que los demás ya se están acostumbrando, por eso en caso así la gente ya ni se queja.

      💛 Besos y gracias por el apoyo 💛

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  5. No me va demasiado, aunque dicen que es muy recomendable para los fans de sus aventuras y que están mejor en la versión animada. jeje

    Un saludoOo enorme!!

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    1. Bueno, yo soy fan de Astérix y no he visto ninguna de las películas de Gérard Depardieu. Las de dibujos siempre son mejores, especialmente las antiguas.

      Saludos ;)

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  6. Lamento mucho el mal momento que te hicieron pasar esos malos padres, sobre todo porque ir al cine es un acto que se realiza con mucha ilusión y más aún si vas con esa persona especial.
    Sí, hay mucha gente mal educada, tanto aquellos que se la pasan viendo el teléfono en la función, los que se la viven hablando y los peores: Los que ya vieron la película y te la están contando aunque no quieras.

    Yo sí me he salido a mitad de función, mi estómago no me permitió seguir con Henry & June, ya no supe en que terminó, ni la he vuelto a poner en vídeo.

    Lo de los niños es algo muy constante, me toca más ir a películas de grandes y toparme con parejas que llevan niños pequeños, si no tienen con quién dejarlos, mejor no vayan.

    Creo que en tu anécdota hubo más aventura, acción y romance que en la película de Asterix.

    Tres besos!!! Tres años!!! TRES?!!!

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    1. Me has recordado cuando fui a ver Batman, el caballero oscuro. Detrás de mí había un chaval de unos 15 años junto a otro de unos 10. El mayor ya había visto la peli y se pasó todo el rato avisando al otro de cuando podía mirar y cuando debía taparse los ojos.

      En las películas de Astérix siempre hay una batalla al final con los romanos, pero de momento, el principio de Astérix: El secreto de la poción no tenía mucha acción, porque todo iba acerca de la sociedad de los druidas.

      El tiempo pasa muy deprisa. Hace nada las estaba metiendo en la cuna y hoy me han hecho un dibujo del buzón, que al parecer es miembro de la familia y no lo sabía :O

      ❤️ Besos 💚

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  7. Tus peques ya tienen tres años? Tres??!!! Madre mía como pasa el tiempo!! En mi mente aún eran bebés casi recién nacidas. jajaja

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    1. Me gustaría decir que a mí también se me ha hecho corto, pero no ;P

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  8. Es una buena crónica de cine. Del cine en tanto lugar físico y no película en sí. Son cosas que suelen pasar y si no quieres arriesgar lamentablemente debes no ir un sábado a funciones donde esté llena de niños ¡con padres maleducados!.
    Me causó mucha gracia el de seguridad para nada parecido a Charles Bronson, en Los simpsons era el encargado de la seguridad del Casino.

    Todo esto me recordó también la escena de "Cabo de Miedo" en que el personaje de De Niro no tiene ninguna consideración para con los de las butacas cercanas.

    Tuviste suerte igual en que te devuelvan el dinero, pudo ser peor. El mal trago no te lo devuelve nadie.

    Para buscarle algo positivo a esta entrada, sirvió esta entrada para conocerte un poco más, de tu vida personal.

    Ahora me diste más ganas de ver Ásterix, jajaja

    Beso y más suerte la próxima!

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    1. Bueno, en realidad lo primero que nos sugirieron es que nos metiésemos a ver la peli en otra sesión, a otra hora, pero me vieron tan enfadada que cuando dijimos que no nos devolvieron el dinero rápidamente.

      Recuerdo esa escena, con Robert De Niro fumándose un puro y riendo a carcajadas. Si el niño hubiese estado fumando un puro me habría molestado menos. Total, con la cantidad de comidas raras que sirven ahora las salas de cine huelen cada vez más raro.

      Besos ;)

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  9. Saludos Doctora, aquí murinus2009.

    Que terrible experiencia te hicieron pasar.
    Este 2018 me paso algo similar, 2 veces con:
    Wall E.
    Resulta que la pusieron en la Cineteca Nacional, entre semana,asi que la fui a ver.
    Cine medio vacio.
    Que podía salir mal?...
    4 "niños", 3 chicos y una chica, como de entre 16 y 20 años...
    Estaban lejos pero los imbéciles no paraba de hablar alto y reirse.
    Calcule varias veces ir a callarlos, estaban como a 10 butacas de mi, aún asi molestaban.
    Los cálculos decían que si no se callaban seguro yo los...
    Mejor no digo que...
    Sólo dire que no soy diplomático y tengo las manos pesadas...
    Como en Mexico meterse en asuntos así cuesta de menos unos 500 euros por "niño".
    Opte por hacer respiraciones para calmarme...
    No sirvió, no disfrute la película.
    Al final de la función
    Alguien más diplomatico que yo les grito:
    PERO QUE FALTA DE RESPETO!.
    Ya afuera creo que vi a ese cuarteto de idiotas parecían de entre 18 y 20 años.
    De no ser por el alto costo tal vez habría hasta salido en las noticias...

    La segunda fue en otra cinta de reestreno:
    Evil Dead de Sam Raimi.
    Otro par de estúpidos
    Estos de unos 30 o más años.
    Empezó la pelicula y ellos hablando y riéndose alto.
    Por suerte aquí si una mujer energica, yo calculo de unos 50 años, les grito:
    YA CÁLLATE!.
    Uno de los otros algo balbuceó, pero la salvadora de la función lo callo con un...
    CHINGA A TU MADRE PENDEJO!.
    Todos en la sala se rieron y ese par se calmó el resto de la función.

    Curiosamente en 2 cintas de niños:
    Abril y el Mundo Extraordinario e...
    Isla de Perros.
    Muy recomendables ambas, al menos a mi me gustaron.
    Aunque hubo muchos niños se comportaron bien.

    Es una lástima que esos degenerados no te hallan dejado disfrutar la pelicula.
    Si, el cine es un acto especial, casi ceremonial, que basura como esos que describes no permitan gozarlo como se debe es abominable.

    Deseo que nunca te ocurra algo así de nuevo Doctora.

    En cuanto a Asterix.
    La verdad nunca me he acercado al personaje solo se: que su amigo es Obelix y que pelean contra los romanos, es todo, hasta un amigo bibliofobo, sabe más de él que yo.

    Y esta semana estrenaron la cinta título de esta reseña, cosa rara.

    Al menos no te quedaste con el coraje atorado Doctora y coincido con los demás el relato da para una buena adaptación.

    Recibe besos y abrazos desde cd de México, cuidate mucho y hasta la proxima.



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    1. Eso me molesta mucho, cuando la gente se calla por no meterse en líos y evitar enfrentamientos, pero cuando la peli se acaba les oyes quejarse, cuando ya no sirve de nada.

      Hace unos años un tipo de mi fila recibió una llamada telefónica y se puso a hablar. Lo más gracioso es que cuando le dije que se callara me miró enfadado porque le estaba interrumpiendo la conversación. Siempre hay gente así.

      Sobre Astérix, tengo la sensación de que es un personaje que no ha triunfado nunca en América y tu comentario es otra prueba más. La gente allí ni lo conoce.

      ❤️ Besos ❤️

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  10. Me hace mucha gracia esto que decís de ir al cine como un acto ceremonial, porque pensaba que era la única que lo consideraba así.
    Yo quiero que la gente se calle desde que se apagan las luces... "señora no se ponga así, que solo son anuncios!!!" y qué, son anuncios en el cine y se ha de estar callado en el cine. Punto.
    Jajajajajajaja!!!

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    1. A mí tampoco me gusta que hablen durante los anuncios, no por el anuncio en sí, sino porque si hablan durante los anuncios empiezo a sospechar que tampoco van a callarse durante la peli.

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  11. Siempre es un trauma ir al cine con mi pareja también, sea la película que sea, y los niños son los que mejores se portan, los padres con el celular prendido en toda la película, después están las amigas que se ponen a hablar y reírse, los que te tiran los pochoclos o la gaseosa, los que se levantan a cada rato -_- no se, sino te interesa la película ¿ para qué pagas? para molestar a los demás, la verdad que dentro de la sala tendría que estar alguien para que llame la atención a los que están molestando. Y lo que les dijo esa señora a cada rato que era una película de niños, ella fue la más niña, porque las películas no tienen edad, pero para ser padres conscientes, si.

    Un besote desde Plegarias en la Noche.

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    1. En realidad, si lo piensas fríamente, ir al cine no tiene más que inconvenientes respecto a ver las películas en casa. Además, hoy en día las pelis tardan pocos meses en salir en formato doméstico, así que ni siquiera hay que esperar mucho si tienes ganas de ver un estreno. Peeeeero si te gusta el cine como experiencia no se puede evitar.

      Besos ;)

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  12. Yo siempre soy muy defensor de los niños y no ser demasiado tiquismiquis con las pequeñas molestias que ocasionan, pero es que hay padres que no están para vivir en sociedad. Llevar niños demasiado pequeños al cine es una tortura para el resto de espectadores y para los propios niños (a los que obligan a estar 2 horas quietos en un sitio oscuro y ruidoso).

    En fin, una lástima que no hayáis podido ver la peli. Además estas situaciones dejan una sensación de frustración muy fea.

    P.d. A mi el cine también me sigue haciendo ilusión. Es especial, con esas salas grandes, esa sensación envolvente de las pelis, el sonido tan fuerte y espectacular... No es lo mismo que ver las pelis en casa (aunque hay que contar con que los demás espectadores sean normales, claro).

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    1. Hoy en día ver las pelis en casa tiene muchas más ventajas que ir al cine. Y creo que ese es precisamente un inconveniente más, es decir, la gente ya no siente el cine como algo especial, y por eso van allí como si estuvieran en el salón de su casa.

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