
André Maurois
"La vida secreta de las abejas" nos lleva a Carolina del Sur en el año 1964 para conocer a Lily, una niña de catorce años, que, harta del capullo de su padre, se fuga de casa en compañía de una empleada negra amiga suya. La idea es buscar respuestas sobre su madre, que murió cuando ella tenía cuatro años, pero sin un plan claro ni un sitio donde refugiarse serán acogidas por tres hermanas negras que se dedican a fabricar su propia miel. Así, Lily aprenderá de ellas el arte de la apicultura, mientras se enfrenta a los problemas del racismo y descubre la verdad sobre su madre.
Siguiendo con nuestro ciclo de Dakota Fanning hoy os traigo esta peliculilla con alma de telefilme, tan tópica y simple como bienintencionada. Y es que "La vida secreta de las abejas" da la impresión de haber sido realmente escrita por una niña de catorce años que acaba de ver "Tomates verdes fritos" y "Las normas de la casa de la sidra".
Es entretenida, pero resulta tan previsible y estereotipada que algunos de los momentos más crudos carecen de la emotividad que pretenden o que tendrían realmente si no buscasen tan descaradamente la lágrima fácil.
-Lo mejor:
·Dakota Fanning es lo único realmente bueno de la peli, destacando las escenas con Paul Bettany y Jennifer Hudson.
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La peli lo intenta, pero se queda muy lejos de lo que pretende |
-Lo peor:
·El personaje de la hermana trastornada concentra en sí mismo todos los defectos del filme.
-Preguntas:
·¿Hay algún fan de la miel en la sala? A mí me repugna un poco y más aún sabiendo cómo es elaborada, os estáis comiendo las flemas de las abejas.
·¿Cómo es posible que Amanda Seyfried no sea hermana de Dakota Fanning? Se parece más que su hermana oficial, Elle Fanning.
Nota: 5
La prota desprende ternura y tiene momentos que realmente te remueven por dentro, pero lo hacen más que nada por pensar que semejantes injusticias ocurrieron de verdad. Por los posters dorados (ojo, no son iguales) se esperaba una peli mejor, pero "La vida secreta de las abejas" resulta demasiado tópica y algo ñoña, así que le pega más el cartel de la imagen, más simple y menos glorioso (éste ya es demasiado cutre).
Un melodrama inofensivo que se deja ver, pero cala poco.